Emil BOTTA
(1912-1977)




REMEMBER

Qué lejos estás, mi amada sombría
a través de las paredes del cuarto te veo como a través de un cedazo,
y te oigo llamándome como desde otro planeta
y me escribes poesías en mis mejillas de tiza.
¿Es posible, acaso es posible que no pueda morir,
que oiga tu voz subir la escalera de la noche, descender la del día,
que me levante de la cama como un fantasma, como el marinero en vela,
que te divise en mi sueño desde mil millas?

Sí, es posible, mi querida sombría,
que me oigas cantando aún siendo, muerto,
que me veas de veras en el espejo celeste
y que en mi pelo las estrellas se apaguen y se enciendan.

Pero no te enfades si mi beso es frío,
si mi amor te agota como el invierno,
si mi abrazo te hace sufrir para que todo lo recuerdes,
por favor, no te enfades...

 

MIS LEYENDAS

Yo sólo te hice, Noche,
musa patética, doloroso amor:
y hondo te forjé,
para sosegar mi sed de ser pereciendo.

¡Yo-sólo te hice, selva de jade!
Tú, mirlo lírico, mi ídolo.
eres de veras como te soñé.
mi dulce frenesí, arco en el cielo para siempre.

El mar, los mástiles, los cuervos marinos
y las orillas de las lunarias Lusitanas
todo eso son mis leyendas, mi espejismo.

No busques demasiado lejos la razón de las estrellas.
como, por ejemplo, desde el cénit hasta al nadir.
Sería mejor que Betelgeuse te diga, o Altaír
y la virgen luna, ella misma.
que las enciende
magníficas, cada noche,
te diga.

 

Traduceri în spaniolă de Rodica GRIGORE

 


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