Magda ISANOS
(1916-1944)




INTERIOR

Mis días han pasado en esta casa
ociosos como las almohadas del canapé,
quietos como las niñas de los tiempos pasados.
Candil debajo del icono, tú ¿por qué tiemblas?

¡No sé a quien se parece la Madre de Dios!
Mamá, a veces, ella se parece a ti.
Las dos habéis tejido y lavado la ropa blanca,
y al anochecer os habéis acostado más tarde que todos.

Quiero los retratos y los rincones
en donde las silencios se esconden para ronronear
como gatos solitarios.
La casa se llena de vuelos y de cortinas sonámbulas.

Quisiera ir a buscar en la cómoda de madera
(donde la luz cae como un impulso)
naranjas y manzanas y encontrar en la ropa
las manos de una niña... matas delicadas...

 

HIJO MÍO, NO ME BUSQUES...

Hijo mío, no me busques. Todas las cosas
te van a hablar de mí con razón.
Cuando yo no sea más,
no digas: „Ya es tarde para mi madre”.

Sabes, yo voy a reír en las flores
y voy a cercar muchas veces
con las nubes y la lluvia los corrales
allí, donde una vez, pasé mis mediodías.

Si sufres, llámame por la noche
y yo vendré al lado de tu corazón
aunque debería traspasar el horizonte
y también el mar con mis alas.

No tengas miedo de mi rostro cambiado.
No digas: „¡Mi mamá nunca fue así!”
Tú vas a reconocer mi voz de cuento
en los árboles delante de las ventanas.

Vas a comprender que soy yo por tantas señas,
cuando llegue hasta el lado de tu cama
y haré que el aire sea fresco,
bajando junto a ti todas las estrellas.

Tú vas a saber que mamá está cerca
también en la manera que tienen de callar todas las cosas
– en el dolor y la inquietud del mañana –
y en el olor del membrillo y del pan.

Vas a reconocerme y a sonreírme en tu sueño.
Y en cuanto a mí, cuando vea que el sol se levanta.
voy a llevar mis ángeles y a volar
por si acaso me asalta el temor de no devenir rocío y morir.

 

Traduceri în spaniolă de Rodica GRIGORE

 

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