Elena Liliana POPESCU   


TE HAS ALEJADO

Te has alejado mucho
entre otros pensamientos,
lejos del tuyo primero,
y mientras no regreses,
no podrás irte ni permanecer.



¿TENGO DERECHO, ACASO?

¿Tengo derecho, acaso,
a juzgarte con mi mente distorsionada
por la incomprensión,
en un Mundo perfectamente creado?

PARA NACER

Cuántas veces en nuestra vida
morimos
sin saberlo siquiera,
sólo para nacer de nuevo.

¿Pero sabemos cuántos instantes
tiene la vida y cuántos
medirá la muerte?…



VIDA EN EL SUEÑO

Una vela apenas derretida,
todavía arde
sin llama.
un momento más...
Y, por primera vez,
descubre
que el Tiempo
mide las vidas
en el Sueño.


LA HORA DEL ENCUENTRO

La orilla pone freno a la libertad del mar,
toda la oscuridad contiene a la luz;
en la ribera inmóvil, la ola es su inquietud,
que deja tras de sí sólo el mundo por venir.

Todo te parece nada cuando buscas la inmortalidad,
en la muda desesperación el silencio es la palabra.
La infelicidad, contiene en si misma, felicidad,
cuando, tan humilde, abandonas este mundo.

La ilusión, sometida, esconde la verdad,
sólo para conocerla en el momento de partir.
Lo que ahora es pasajero, y que,
se vuelve eterno a la hora del encuentro.


NO VI

Pensé.
Ese es el error.
Y no vi
la simplicidad
del más allá.


MIRA EN TU CORAZÓN

¿Dónde estoy yo, el que pregunta,
sin que toda la ciencia de este mundo
pueda responderme?

¡Mira en tu corazón!
Tú, el de hoy, estás allí
esperándote a ti mismo,
el de mañana, el de ayer…


TIEMPO, ¿DONDE ESTÁS?

Me equivoqué
no dejando al amor
correr como un río…
Tiempo, ¿dónde estás?
¡Vuelve y déjame
expiar mi condena!


SOLO

Estoy mirando el mar
que parece infinito.
Estoy solo.
Las gaviotas
– pensamientos que brotan de mí –
reposan en la orilla.
A lo lejos, un punto
– pensamiento, aún inexpresado –
espera…
Las olas vienen y van,
grandes y pequeñas,
alegres y tristes.
Su canto, confuso murmullo,
me transporta
a su mundo encantado.
Un rato.
¡Hay tanta calma!
La misteriosa sinfonía se oye
desde dentro.
Y el mar está allí,
ilimitado.
Con olas
cuyo silencioso canto
es perfecto…


ME HE CONTEMPLADO

Me he contemplado en el espejo
del reino sin tiempo,
pero no he visto más que
Tu rostro,
el que me has dado
para que te reconozca,
cuando sepa que
yo soy Tu propia imagen.

Traducido del rumano por Joaquín GARRIGÓS


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