Ion VINEA
(1895-1964)



 

DESCENSO

Una tristeza demora dentro de mí
como el otoño que se atrasa en los campos,
ningún beso pasa sobre mi alma.
ningún copo de nieve ha descendido a la tierra.

La canción triste, la más triste.
llega con la campana del ocaso
lo entiendes en la voz estéril de los gorriones
y responde desde la humildad de los cencerros del ganado.

Es la vida entera que duele así.
diariamente sobre el campo de las estepas,
entre los árboles que no alcanzan el cielo.
entre las aguas que siguen su lecho,
entre los rebaños que semejan su suerte en los campos
entre las hojas que se agitan en el viento.

MADRIGAL

Mi corazón es antiguo: un minuete
cautivo en el mecanismo de un juguete.
Lo escuchas e intentas escribirlo en su propia suerte
aunque de otra manera: apagando su suspiro vetusto.

Fijado en un pensamiento único,
la frágil canción da vueltas entre sus arcos
y deja como seña un vuelo detenido,
su propio orín en los dedos de arcilla.

Un polen de tormenta en los cinco pétalos blancos,
sea. mi Señora, dulce su nimbo –
y perdona también al reloj desobediente
cuando llora todavía en tus manos.

OBSESION

Leitmotiv de mi organillo – Diana...
Suspiro enmohecido de la cañería amarilla,
un sueño marchito por entre mis cañas –
tú flotas en el fondo de mis ojos cerrados.
vuelves atada a la rueda del pensamiento,
tormento dentro de otro tormento, ritmo dueño de la sangre.

El llamado venido desde las tinieblas muerde en secreto su mordaza,
sobre mi frente el hacha interior se agota,
en el alba toca el atardecer de la hoguera apenas consumida,
toda la espera arroja nuevos sacrificios sobre las ascuas.

Voy a conquistar tu sueño, Diana, desde lejos,
como el guardabosques que inunda la selva con su cuerno,
como el reloj a la sombra multiplicándose en hojas de bronce,
como la serpiente que silba en la hierba, azucena venenosa.

Sonámbula, tú resbalas sosegada sobre los altos tejados,
pero heridos por ese grito, el paso y el pensamiento
sobresaltan y te apartan en el desierto de mi vida.

Traduceri în spaniolă de Rodica GRIGORE

 

 

 

Home